Lo primero es identificar el problema, lo más habitual es sentir la piel seca, rugosa, escamosa, enrojecida y con picor. Pero tampoco es raro ver cambios en la dermis en forma de ampollas que pueden supurar y llegar a formar costras. Es muy importante evitar rascarlas para no provocar heridas y prevenir el riesgo de infección.
La erupción suele aparecer en las zonas de flexión, como la parte interna de los codos y detrás de las rodillas.
Pero se puede extender a otras zonas como el cuello, la cara, las manos y los pies.
Consejos para la piel atópica
Hidrata la piel de cara y cuerpo a diario
Si en una piel sana ya es importante la rutina diaria de hidratación, en la pieles atópicas es todavía más necesario porque se trata de pieles muy secas, incluso con tendencia a agrietarse.
Los expertos aconsejan utilizar cuidados específicos para pieles atópicas que nutren en profundidad y protegen la barrera cutánea de este tipo de pieles.
Usa jabones de PH neutro
Estos productos benefician el cuidado de la piel sensible. Y si se trata de niños, se aconseja directamente utilizar productos que no contengan jabón, ya que nuevamente tienden a resecar demasiado la piel; los llamados jabones «syndet» o sin jabón.
Recuerda que cualquier producto de higiene que utilices debe ser hipoalergénico y sin perfumes.
En cuanto a los cosméticos, asegúrate de que no contengan alcohol ni parabenos. Y utiliza también maquillajes hipoalergénicos.
Utiliza prendas 100% de algodón
Las lanas y fibras sintéticas propician la aparición de lesiones cutáneas.
Se recomienda elegir prendas de algodón y evitar los sintéticos y las lanas que tienden a provocar reacciones alérgicas en la piel.
Además, a la hora de lavarlos, se aconseja un doble aclarado para eliminar totalmente los restos de detergentes.
No se recomienda el uso de suavizantes.
En el caso de los niños se debe evitar abrigar al niño excesivamente para evitar la poca transpiración y el sudor que pueda causarle un brote de dermatitis atópica. Es recomendable llevar a cabo este consejo especialmente a la hora de acostarlo.
Evita los baños o duchas prolongados
Es importante que la ducha sea corta y con el agua no muy caliente, ya que favorece la aparición de las lesiones porque daña la barrera cutánea.
Dúchate solo una vez al día con el agua templada y sécate suavemente, sin restregar la toalla.
Y recuerda que el mejor momento del día para aplicar la crema hidratante es justo después del baño, cuando la piel está todavía húmeda. Se absorben mejor los principios activos del producto y “dura más”.
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