La polémica cobra actualidad debido a que ha saltado la noticia de que un niño de 6 años se debate en Olot entre la vida y la muerte porque sus padres no han querido vacunarle contra la difteria, una enfermedad que mata a dos de cada diez infectados. No se había registrado ningún caso en España desde 1987.
Citemos a la OMS (Organización Mundial de la Salud), las vacunas evitan cada año en el mundo «entre 2 y 3 millones de defunciones por difteria, tétanos, tos ferina y sarampión.
Podríamos llegar a pensar, que cada uno haga con su hijo lo que estime necesario; en este caso el argumento no es válido.
Al no vacunar, no solo se expone al niño al contagio de una dolencia infecciosa sino que se corta la cadena de protección, algo que afecta a todo el entorno, tanto en el hogar como en la guardería o escuela», comentan pediatras Es más, en algunos círculos médicos y científicos se equipara la no vacunación a un acto de irresponsabilidad, por parte de los padres. De hecho, ocho compañeros del niño diagnosticado con difteria en Olot, un menor que no estaba vacunado contra esta dolencia por decisión de los padres, tienen también la bacteria.
Hay quien habla de que se imponga por ley, y está servido el debate.
Como en tantas y tantas cosas lo vital es la información, informar a los padres por profesionales especializados de la importancia de las vacunas con argumentos científicos pueden concienciar mucho más que una imposición por ley.
Nosotros recomendamos seguir el calendario vacunal porque está demostrada la eficacia de las vacunas.
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Farmacia Barrio de la Candelaria