Las equivocaciones más habituales en el mundo de los medicamentos suelen ser en torno a los antibióticos.

Es muy normal en nuestra farmacia que venga un cliente con una receta del médico porque tiene un resfriado y decirnos en referencia al médico “este hombre en vez de mandarme un pinchazo…” en clara referencia a la penicilina u otro antibiótico.

Es de lo más habitual esta idea, ya que asociamos el pinchazo al curarnos rápido, pero en realidad un antibiótico para un catarro nada puede hacer porque el catarro es vírico y los antibióticos son antibacterianos.

Empecemos explicando que es un antibiótico, para entender cómo funcionan los antibióticos, es útil saber que hay dos tipos principales de microorganismos que pueden causar enfermedades: las bacterias y los virus. Aunque ciertas bacterias y virus pueden causar enfermedades con síntomas similares, la manera en que estos dos tipos de microorganismos se multiplican y transmiten la enfermedad es diferente.

Los antibióticos son medicamentos que combaten las infecciones bacterianas, tomar antibióticos para los resfriados y para otras enfermedades víricas no sólo no sirve para nada, sino que además con el tiempo, esta práctica puede dar lugar al desarrollo de bacterias que se vuelven más difíciles de destruir. El uso frecuente e inadecuado de los antibióticos tiene como consecuencia que determinadas bacterias puedan resistir contra antibióticos que antes eran eficaces. Esto se llama resistencia bacteriana.
Así que ya ves la importancia que tiene el uso adecuado de los antibióticos para evitar la llamada resistencia bacteriana.

Y como siempre, consulta a tu farmacéutico.

Farmacia Barrio de la Candelaria